Es vital que en el proceso de crecimiento, de experimentar se, de interactuar con la vida, nosotros logremos apoyar a los niños en sus emociones y en todo lo que sienten. Muchas veces como adultos desestimamos lo que ellos sienten ya que comparamos sus problemas con los problemas que tenemos nosotros y los desvalidamos. Es por eso que es tan importante que como adultos hayamos trabajado nuestros problemas primero y así darles su lugar. El reconectar con nuestros hijos es la mayor recompensa que podamos recibir en la vida ya que ellos nos enseñan y validan desde su pasión y amor por la vida. Liberarnos de todo nuestro bagaje emocional es el mayor regalo y legado que podamos darles.